Casa de Belén, una obra de amor que perdura.
Un 25 de diciembre de 1821 Ana María Taboada junto a otras mujeres, fundaron el Beaterio bajo la advocación del Niño Jesús. Se construyó la capilla, se realizaban ejercicios espirituales y se convirtió por cincuenta años en el único medio educacional de Santiago del Estero. Hacia 1884 , para poder fortalecer tan noble obra, deciden entregarse a las hermanas esclavas del corazón de Jesús , quienes finalmente un 14 de abril de 1886 llegaron a estas tierras,-incluida la Beata Catalina de María-. para hacerse cargo de la dirección de la, ahora llamada, casa de Belén.
Paradójicamente en un contexto de profundos cambios y grandes incertidumbres, asistimos al bicentenario de esta casa, como un recordatorio de que aquello, con raíces fuertes, profundas perdura hasta nuestros días.
Bajo el lema, “Casa de Belén, una obra de amor que perdura”, damos inicio a la celebración de los 200 años de la fundación de una obra que fue signo de Dios. Presentamos además el logo que fue diseñado por la alumna Luján Eberlé de 4º año de Nivel Secundario.
