Cuatro caminos para la Paz
El Adviento, tiempo de espera para la Navidad, ha iniciado el 3 de diciembre para transitarlo hasta el la celebración de la Navidad. Inspirados en el Retiro De Adviento Del Jesuita P. José María Olaizola Sj. Desde La Parroquia San Francisco De Borja (2 De Diciembre De 2023), Sobre "La Voz De Los Profetas" voces de paz, proponemos un itinerario propio on cuatro caminos de paz desde el carisma de Catalina, la madre Catalina fundadora de las Hermanas Esclavas Del Corazón De Jesús, llamada "La Nieta De San Ignacio" desde donde se dejó iluminar por la experiencia ignaciana de los Ejercicios Espirituales, herencia de bien y de paz que nos dejó.
Primer camino. La Reparación.
La reparación desde uno mismo, Catalina le da este consejo a la hermana Concepción Chávez de la comunidad de Mendoza.
"Es necesario ocultarse debajo de la tierra y podrirse como el grano de trigo para producir frutos de buenas obras que redunden en nuestro provecho y el de los prójimos". (Carta 655, 8 de abril de 1894).
Segundo camino. La fraternidad.
La hermana Vicenta Luque de la comunidad de La Rioja estaba enferma y Catalina le da ánimo:
"Lo que usted sufre espero pasará pronto. Abandónese en el Corazón de Jesús, confíe siempre en Él que no permitirá que se aparte de Él un solo instante". (Carta 1676, 28 de marzo de 1896).
Tercer camino. El cuidado.
Catalina se compadece de la hermana María Micaela Barrera de la comunidad de Santiago del Estero. Le escribe desde Mendoza y se refiere a la epidemia de difteria, enfermedad contagiosa que afecta las vías respiratorias, en una época sin vacunas ni antibióticos:
"Mucho siento lo que han tenido que sufrir con motivo de la peste, especialmente usted que anda tan mal siempre, pero eso ha sido general, aquí también han tenido que cerrar las escuelas por algunos días". (Carta 839, 8 de octubre de 1894).
Cuarto camino. La esperanza.
Pasados ya tres años desde la Inspiración, Catalina sigue insistiendo con esperanza y confianza en Dios:
"Tampoco me amilanaba esta contradicción: quedé muy contenta sola con el poder de Dios esperando que algún día, cuando fuese tiempo, me abriría el camino". (Memorias, pá. 36, fines de 1868).
Catalina era muy devota del Niño Dios. Envía esta carta a la hermana María Marta Isleño de la comunidad de La Rioja. Pascua es el nombre que también se le da a la Navidad.
"Las santas fiesta de Pascuas que acabamos de pasar nos presentan el ejemplo del Divino Niño en el pesebre hecho obediente y anonadado pro nosotros pidiéndonos, con ese mismo silencio que guarda a causa de su pequeñez, que imitemos sus virtudes". (Carta 549, 18 de enero de 1894).